jueves, 20 de diciembre de 2007

Programar no es un juego de niños

Tele 5 es la cadena líder en términos de audiencia, manteniéndose por encima del 20% de share. Este éxito se debe, al menos en parte, a la debilidad de sus adversarios, en muchos casos provocada por la política de contratación agresiva del propio canal, arrebatándole de manera vil los programas de éxito a la competencia -el caso Aquí no hay quien viva escuece todavía en Antena 3-. No obstante, sería injusto no reconocerle sus méritos. Es el operador de televisión que ha mantenido una línea de contenido más coherente a lo largo de los últimos años. Ha apostado por una serie de géneros televisivos y le ha salido bien la jugada en la mayoría de los casos: reality games como Operación Triunfo, Gran Hermano o Supervivientes; programas de humor tras el informativo del estilo de El informal, Pecado Original, Camera Café o Escenas de Matrimonio -estos dos últimos responden a un formato híbrido a medio camino entre los espacios de "sketches" y las series de ficción-; y concursos como Allá tú o Pasapalabra en la franja de access prime time -peor suerte corrieron concursos anteriores como El Legado o La Quinta Esfera, títulos de los que probablemente nadie se acuerde, excepto yo que trabajaba en el segundo de ellos-.



Si a todo esto le añadimos la buena acogida ocasional de otros géneros que no son habituales en su parrilla, como es el caso de la telenovela Yo soy Bea, su oferta se convierte en un fortín difícil de derribar. Además, Tele 5 cuenta con la fortuna de tener caballos ganadores tanto en la plantilla titular como en el banquillo para los horarios de máxima de audiencia, de tal modo que no se puede afirmar que haya un suplente, sino titulares que se alternan. Este es el caso de Escenas de Matrimonio y Camera Café. Intercambiando ambos programas, los programadores consiguen no "quemar" los formatos.



Estrategia similar ha intentado emplear Tele 5 con Pasapalabra y Allá tú. Durante un tiempo, corrían rumores de que iban a ser canceladas las emisiones del primero de ellos por no llegar a los niveles de audiencia del segundo. Sin embargo, Pasapalabra obtuvo el pasado viernes un 18,9% de cuota de pantalla, mientras que a Allá tú no le ha sentado nada bien el regreso, dado que apenas superó el 17% en su primera emisión de la nueva temporada, descendiendo el miércoles por debajo de los dos millones de telespectadores con un 15,6% de share. ¿Necesitarán dar pronto un buen premio para conseguir promoción en los medios e incrementar su audiencia?



Pasapalabra se despide de la parrilla diaria de Tele 5 y pasa al fin de semana, al menos por el momento, habiendo cumplido de sobra su papel: sustituir a Allá tú durante el merecido descanso de Jesús Vázquez. Una de las claves de este formato es la competición entre dos parejas formadas por un concursante y un acompañante famoso. El recurso a las caras conocidas es un reclamo habitual en televisión para llamar la atención del telespectador.



Son muchos los concursos que a lo largo de la historia de la TV han recurrido a personajes famosos. Especial nostalgia despierta un espacio que, además de contar con participantes populares, tenía como protagonistas a niños, cuyo principal valor es su potencial para despertar la empatía del telespectador.

Juego de niños comenzó a emitirse en Televisión Española el 5 de marzo de 1989. Al igual que en Pasapalabra, los participantes estaban agrupados en dos parejas, integradas por un personaje popular y un concursante anónimo. El objetivo era adivinar aquello que niños de entre 5 y 10 años explicaban en un vídeo de una forma un tanto peculiar. El programa se extendía durante media hora y tenía como premio "simbólico" unas estatuillas de la mascota del programa: el "gallifante". Al frente del espacio se situaron presentadores como Amparo Soler Leal, Ignacio Salas, Tina Sáinz y Javier Sardá. Asistieron al concurso caras que hoy todavía son muy conocidas, como la de Constantino Romero, cuya voz es actualmente incluso más familiar que su bigote y su calva.



Un formato como éste seguro que podría estar presente en las parrillas de las cadenas con un mero lavado de cara. ¿Por qué no recuperarlo? Además, las posibilidades creativas que abre Internet darían mucho juego en este programa: estoy seguro de que muchos padres estarían dispuestos a facilitar vídeos online en los que sus hijos sean quienes expliquen el concepto a adivinar por los concursantes.



Aprovecho este post para agradecer a José Luis Orihuela que me haya incluido entre los 40 blogs a seguir durante 2008. Espero no defraudar y seguir disfrutando con Telebloguero como si fuera un "juego de niños".

1 comentario:

amorenofoto dijo...

Estoy seguro de que seguiremos disfrutando nosotros al leerte. La verdad es que todo queda mucho más claro por los ejemplos, y eso que algunos ya nos vamos desenganchando de la tele. Danganas de volver a ser un consumidor compulsivo.

Feliz 2008.